Realidad domingo, 18 de abril de 2010

Actualmente podemos señalar que la diversidad del Perú está siendo atractiva a los ojos de países extranjeros, y muestra de ello es nuestra gastronomía. El país, una vez más, mantiene una especie de complicidad con su pasado, ya que desea mostrar la variedad de alimentos naturales que la tierra nos presenta cada cierta temporada, y que gracias a la complementariedad de recursos externos, podemos sacarle el mayor provecho posible.

Esta productividad sigue siendo relevante en exposiciones, tanto externas como internas, puesto que es una forma de dar a conocer a otras culturas, cómo llegamos a convertir un proceso cotidiano como el sembrío, cosecha, etc., en una forma de vida atrayente e histórica; así como también dar conocimiento a las siguientes generaciones cómo es que el peruano supo aprovechar al máximo las condiciones climáticas y terrenales de hace décadas, y la forma en que logró trabajar exitosamente los recursos naturales gracias a su capacidad de transformar la naturaleza. Es evidente que este éxito se logro gracias a la relación hombre – naturaleza, el saber llevar a cabo diversos modos de incrementar la productividad ante los retos que podrían enfrentar, como las estaciones, el agua, o el propio suelo. Sin embargo, existen riesgos de perder estas técnicas pasadas ya que el hombre, por intentar darle una mejoría o confort a su trabajo, desea cambiar algunas características iníciales de su lugar, por copiar o imitar a las de otros de grado diferente de desarrollo (ya sea tecnológico como económico). Así, podría perderse u olvidarse los cimientos de nuestra historia, lo que realmente forma la esencia de nuestra tierra, nuestra verdadera fuente de riqueza.

Por otro lado, la atracción paralela que muestra el país data realmente desde su inicio como civilización, es decir, su suelo. La abundante flora que presenta tanto en la selva como en la sierra, inspira una paz visual, tan duradera como su recorrido desde cualquier ángulo; la majestuosidad del color, las estructuras ocasionales que podemos encontrar, y los cimientos de una colonia netamente nativa, emanan a su vez, un renacer de la historia. Esta armonía se mantiene aún activa con el paso del tiempo, aunque es de esperarse que: así como la forma de producción va cambiando con el pasar de los años, no nos sorprenda que la concepción de lo que hoy denominamos “nuestra tierra”, podría transformarse a una época de la historia que ya se perdió por la “evolución del hombre”. Es por esto que deberíamos escribir un nuevo concepto de lo que es realmente la Diversidad Peruana, en el cual se dirija la mirada a las raíces de nuestra fuente de vida, como por ejemplo el agua, la propia flora, lo multicultural, en conclusión, valorar la base de nuestro ser.

2 comentarios:

Ness dijo...

Me gustó mucho este artículo y cómo tratan el tema de diversidad; lástima que no me sirva en el desarrollo de mi trabajo.

Thalía Maxera dijo...

Me gusta mucho como abordan el tema de la diversidad cultural en nuestro país, la cual es muy envidiada por otros países y nosotros no somos capaces de explotar aún.

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